PRONUNCIAMIENTO DE LA COMUNIDAD LAICAL SS.CC. HÉCTOR DE CÁRDENAS
Ante la sentencia de José Alejandro Godoy por publicaciones en su blog sobre el ex-congresista Jorge Mufarech
La libertad de expresión es uno de los más importantes derechos cuando se vive en democracia. Consagrado por la Convención Americana de Derechos Humanos, asegura que cada persona pueda ejercer su derecho a opinar en el proceso de construir convivencia. Obviamente, tiene límites. Nadie tiene derecho a hacer públicos aspectos de la vida privada de otros, como tampoco a propagar información que falte a la verdad.
Desde el punto de vista cristiano, la libertad de expresión no es ya sólo un derecho sino incluso un deber: el cristiano está llamado a opinar, a cuestionar y a denunciar todo aquello que atente contra la justicia y la convivencia armoniosa. Desde su compromiso de seguimiento a Jesús, el cristiano está llamado a proclamar la verdad.
Es por ello que nos resulta más que escandalosa la reciente sentencia de la jueza Flor de María La Rosa La Rosa contra el blogger José Alejandro Godoy, condenándolo a tres años de prisión suspendida, además del pago de S/.350,000 de reparación civil y 120 días de trabajo social. El cargo: supuesta difamación en perjuicio del ex congresista y ex ministro Jorge Mufarech.
Como el profesional serio que es, José Alejandro Godoy ha mostrado siempre una trayectoria correcta. Preocupado por el acontecer político del país y desde su pertenencia a una comunidad cristiana, sus artículos han sido siempre serios, y preocupados por la verdad y la justicia. En este caso específico, publicó en su blog un artículo en el que denunciaba con documentos la amenaza de Jorge Mufarech contra un trabajador del Congreso contextualizándola con denuncias previas que el Sr. Mufarech había tenido que enfrentar. Posteriormente, Godoy publicó también la rectificación del Sr. Mufarech, pero se negó a suprimir el artículo del blog, por lo que fue enjuiciado con los resultados ya mencionados.
La sentencia de la jueza La Rosa resulta muy poco explícita y carece de sustento claro, pues no ha hecho referencia a las pruebas de las partes. Además la pena condenatoria es claramente desmesurada.
Como comunidad cristiana sentimos la urgencia de expresar nuestro rechazo a este tipo de medidas que parecen buscar el silencio ante la injusticia y la corrupción. Nos unimos a las numerosas voces que se han alzado para reclamar esta inusual sentencia y expresamos nuestra mayor solidaridad a nuestro hermano José Alejandro Godoy.
Lima, 2 de noviembre de 2010
Comunidad SS.CC. Héctor de Cárdenas
Publicado originalmente en: http://comunasscc-hdc.org/decaraalmundo.htm